En este redondo mundo moderno, el concepto de infidelidad es cada vez más ambiguo. Lo que en décadas atrás se consideraba una clara violación de la fidelidad hacia tu significant other suele caer en las «zonas grises» de las tan ahora violadas normas morales y los límites personales.
Una de estas cuestiones polémicas son los servicios sexuales tales como contratar un servicio de acompañante o un masaje erótico, entre muchos otros. ¿Es infidelidad? ¿Puede ser aceptable en una relación?
¿Qué es la infidelidad?
Una antropóloga de la Universidad de Rutgers y gran experta en el campo de la biología del amor y la atracción, Helen Fisher, afirma que, desde una perspectiva evolutiva, todos, independientemente del sexo, tenemos tendencias a la infidelidad. Por un lado, la monogamia se ha convertido en la base de la vida social e incluso en parte de la filosofía tradicional de muchas culturas, sobre todo en la nuestra. Por otro lado, sin embargo, la sociedad moderna percibe más que nunca que el concepto de matrimonio clásico está en crisis y perdiendo su relevancia.
Al explicar la infidelidad desde una perspectiva biológica, Fisher destaca sobre todo la influencia de las hormonas, en concreto de la «hormona de la felicidad», la dopamina.
Esta forma parte del sistema de recompensa y desempeña un papel importante en los procesos de motivación y aprendizaje.
Cuanto mayor es el nivel de dopamina, más emociones positivas experimentamos.
Los psicólogos ofrecen distintas definiciones de infidelidad. Para algunos, solo significa relaciones sexuales con alguien que no sea la pareja estable. Para otros, la infidelidad es un concepto más amplio que incluye cualquier forma de «erotismo».
La mayoría de las investigaciones, sin embargo, se centran en las relaciones sexuales fuera de la pareja. No obstante, el concepto de infidelidad se está ampliando. Ahora incluye el chat sexual, el intercambio de fotos provocativas, ver porno y la actividad en aplicaciones de citas. Algunas personas perciben estas actividades como una traición, a veces incluso más grave que la infidelidad física.
Los psicólogos consideran que la infidelidad es una ruptura de acuerdos que conduce a una pérdida de confianza. Estos acuerdos pueden variar en función de las creencias, los valores y el formato de la relación de la pareja. Por ejemplo, en algunas parejas se permiten las relaciones sexuales con otros compañeros. En estos casos, la infidelidad es lo que va más allá de estos acuerdos, como una relación secreta con un tercero.
Por ejemplo, una encuesta realizada por METRO mostró que distintas personas consideran infidelidad lo siguiente:
- Una profunda conexión emocional con otra persona – 55%;
- el envío de fotos de desnudos – 46%;
- enviar mensajes eróticos – 44%;
- tener un perfil en un sitio de citas – 29%;
- pasar tiempo con una ex pareja – 29%;
- flirteo casual – 18%;
- pensar en otra persona durante el sexo – 18%;
- cenar con una persona del sexo opuesto – 18%;
- mantener una relación con una ex pareja – 16%;
- fantasear con otra persona – 13%.
Conclusión
Considerar o no un servicio sexual como infidelidad depende de las percepciones individuales y de los acuerdos dentro de la relación en la que estés.
El problema es que muchas parejas no hablan estas cosas y en algún punto es necesario.
Para algunas personas, un masaje erótico, por ejemplo, puede ser una forma de infidelidad porque implica cercanía física con otra persona y puede provocar excitación sexual. Para otros, puede ser una forma aceptable de relajación que no traspasa los límites de la fidelidad. Es importante hablar de estos temas con la pareja para lograr un entendimiento mutuo y unos límites claramente definidos en la relación.
Es fundamental que tu pareja hable de sus expectativas y límites. Si uno de ustedes considera el masaje erótico como una infidelidad y el otro no, habrá problemas. Una comunicación sincera y abierta ayuda a establecer normas mutuas y a evitar malentendidos.
En algunos casos, incluso hablar de estos temas y establecer límites claros puede reforzar la confianza y el entendimiento mutuo en la relación. Puede ayudar a la pareja a entenderse mejor, a respetar las emociones y los límites, y a veces esa comunicación abierta anima a las parejas a experimentar juntas.
Por ejemplo, empezar a hacer este tipo de ejercicio juntos como probar una aventura swinger, probar algún trío, tener un masaje erótico en pareja, etc.
Los tiempos han cambiado, nadie te va a azotar por serle infiel a tu pareja (claro, estamos hablando de sociedades civilizadas). Pero lo que no se puede negar es que si lastimas a tu pareja por falta de honestidad, hay que asumir las consecuencias.
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